martes, 8 de mayo de 2007

Carta de navidad

Hoy fue un día en que necesité hacer algo, sobre todas las cosas. Una carta de navidad para ti. Ello nació de saber que ibas a estar lejos de casa y “otra vez sola” en navidad. Ojalá esta carta, que extrañamente he ubicado entre mis Cartas solitarias, te acompañe cuando debas transitar por los momentos más difíciles, y lo haga bien, es decir, represente lealmente la mano, el corazón y el pensamiento de alguien que entonces reunirá todo el cuerpo de su propia luz para encender y mantener una pequeña fogata en tu corazón.
Durante este año, tomé pulso, como hombre, a mi antigua negación divina, y como hombre me considero ahora más creyente que muchos de los creyentes que conozco. Amar a mi prójimo, creer en el destino humano, considerar que se avanza, de a pocos, hacia la perfección moral, constatar que muchos, muchos seres humanos luchan y trabajan por la conservación del mundo y el progreso de la humanidad, entender que la poesía atraviesa sin cesar el tiempo en busca de una cura definitiva a la insensibilidad, me hace, querida Katty, un creyente confeso.
Di forma a mi pasión por las cartas, encontrando que debo ser o soy el remitente y el cartero de cada ser humano. Tocar cada puerta, saludar al hombre, a la mujer, al niño, y dar a conocer la noticia de los eventos recientes del espíritu humano, me concierne más que nunca ahora.
Durante el año que termina, conocí el ataque personal con meros fines destructivos, y la tristeza, una vez más, y la íntima angustia de la vida cotidiana. Pero también conocí una rara forma de avan­zar, de transitar, que puede definirse como la libertad de acercarme a los seres que moran en el mundo de mis afectos, tú entre ellos. Desde entonces, cada vez que la soledad se aparece en mis predios, salen a recibirla algunos de esos seres que amo, ora los que están lejos, ora los de mi casa, ora los que no están.
Debo, empero, sacar esta carta de este capítulo solitario. Es una promesa a la que me debo. Porque esta carta no es una carta solitaria. Es una carta para ti.

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